Veinte años de una herida abierta: Recordando la tragedia que marcó al rock argentino
Publicado: 29 / 12 /2024Era una noche de fiesta, de melodías, de juventud y esperanza. Sin embargo, el ladrido de la tragedia rugiría en el centro de Buenos Aires, durante el indiscutible hito musical que sería recordado para siempre como Cromañón. El 30 de diciembre de 2004, la banda Callejeros subió a un escenario en la discoteca República Cromañón, donde mil quinientas almas se preparaban para disfrutar de la música. Pero ese ritual de libertad se tornaría en un eco doloroso de inseguridad y desamparo. Un incendio rabioso, desatado por una bengala, se llevó consigo la vida de 194 personas, sumando más de 1400 heridos a la lista de cenizas de un sistema que falló en su propósito: proteger.
La tragedia de Cromañón no solo dejó huellas de dolor, sino que agudizó las fallas en la normativa de seguridad para los espacios de entretenimiento. El eco de aquellas llamas no solo consumió vidas, sino que encendió una revolución en la conciencia colectiva. La corrupción, enraizada en la estructura del recinto, llevó a la destitución del entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, un golpe político que reverberó en la columna vertebral social de la ciudad. A raíz de este hecho, cientos de locales fueron clausurados, y la legislación en materia de seguridad se volvió un grito demandante de los afectados y de la sociedad, que exigían justicia.
La organización del memorial y el reclamo exigiendo justicia no quedó en el olvido. La investigadora y antropóloga Ludmila da Silva Catela, mediante su serie de fotografías, captura ese clamor escondido en cada zapatilla, cada flor dejada en memoria de los caídos. Su colección documental, “Etnografía Memorial de Cromañón”, es un testimonio plural de un duelo que abrazó al país en su totalidad, integrando las manifestaciones culturales y políticas que renacieron en el proceso de reivindicación de las víctimas. Catela, con una mirada profunda y dolorosa, refleja en imágenes la historia de un pueblo que no se rinde ante la injusticia y que pide a gritos que jamás se repita una masacre similar.
La foto del mes
El Museo de Antropologías de la UNC recuerda a las víctimas a través de una de las impresiones de Ludmila, que fluye como un río de memorias y dolores compartidos, medio de una lucha constante entre lo que se quiere olvidar y lo que debe recordarse.
Me niego esta noche a olvidar
Por Ludmila da Silva Catela
En el instante que el fuego arrasó la fiesta, el lamento se escuchó en todos los rincones de la ciudad. Entre las víctimas había sueños perdidos, vidas truncas, futuros que nunca se materializarían. La memoria se convierte en un acto de resistencia, y en esta fecha tan particular, los corazones se visten de duelo pero también de fuerza por los que ya no están y por aquellos que aún luchan por justicia. En cada objeto dejado en el memorial se respira el fuego de una lucha colectiva y el deseo permanente de que “nunca más” ocurra otro Cromañón.
Texto: “Cromañón: 20 años de una tragedia”, Irina Morán. Área de Comunicación Museo de Antropologías UNC
Diseño gráfico Pieza del Mes: Florencia Bacchini. Área de Comunicación Museo de Antropologías UNC.
Texto: “Me niego esta noche a olvidar”. Ludmila da Silva Catela. IDACOR – Museo de Antropologías UNC.
Datos técnicos: Diego Martín Carro. Área de Archivo y Documentación, IDACOR-CONICET.