¡Triunfazo del Real Madrid! A pesar de jugar con un hombre menos, le dio vuelta el partido al Valencia y se trepó a la cima de LaLiga.

¡Un milagro en el campo! El Real Madrid, ese gigante del fútbol mundial, volvió a demostrar que en su pecho late el corazón de un campeón. En un partido dramático contra el Valencia, el Merengue se llevó un triunfo que vale su peso en oro, no solo porque le asegura tres puntos vitales, sino porque pone a prueba su temple en momentos de crisis.

El aroma del triunfo a veces se mezcla con el sudor del sufrimiento. En una noche donde la suerte parecía girar en contra de los de Ancelotti, su accionar sobre el césped fue como una montaña rusa, donde la ineficacia y la tensión se volvieron parte del espectáculo.

A los 27 minutos del primer tiempo, el escenario se oscureció con el gol de Hugo Duro, quien, como un cazador sigiloso, aprovechó un rebote y encajó el balón detrás de Courtois. Los gritos de los aficionados locales resonaban como un eco desesperado, mientras los merengues buscaban respuestas en el vacío.

En un primer tiempo donde el Real Madrid lucía perdidizo, la fortuna se transformó en un monstruo de dos caras. Mbappé generó un penal que quedó en manos de Jude Bellingham, cuyo tiro se estampó en el palo. La incredulidad invadió a los merengues. El destino les mostró el camino de la frustración cuando una jugada brillante de Mbappé fue anulada por el VAR debido a un milimétrico offside. Uno se pregunta: ¿se puede rendir un coloso ante tales adversidades?

Sin embargo, como todo buen relato épico, el destino a veces se ríe de las probabilidades. Vinicius, en un arrebato de ardor juvenil, fue expulsado en un acto de desesperación a los 79 minutos. La imagen del brasileño, un héroe en las sombras, reclamando un penal inexistente, se convirtió en símbolo de una noche crítica, donde el desespero estuvo a la vuelta de cada esquina.

Pero en el fútbol, la historia es de los valientes. En un giro espectacular, Modric se erguió como el faro de esperanza al marcar el 1-1. Y en el tiempo de descuento, el joven Bellingham se disfrazó de cazador, aprovechando un error garrafal en la defensa del Valencia para sellar la remontada.

Y por si quedaba espacio para la intriga, con el partido agonizando, Rioja tuvo en sus pies la posibilidad de un gol que podría haber cambiado el rumbo de la historia. Pero al igual que la odisea merengue, su remate se estrelló en el palo, dejando a todos en el estadio parados en un silencio expectante, una imagen que simboliza la lucha entre el deseo y la realidad.

Con este resultado épico, el Real Madrid se coloca en la cima de LaLiga, superando al Atlético Madrid al alcanzar 43 unidades. Mientras tanto, el Valencia, ahora naufragando en la zona de descenso, parece estar atrapado en un laberinto sin salida.