Sergio Massa recibe el Año Nuevo en Pinamar Norte: cena y baile con familia, empresarios y políticos.

PINAMAR (enviado especial).- Bajo el firmamento de la costa atlántica argentina, en un rincón sereno de Pinamar Norte, resonaron las risas y los murmullos de un Año Nuevo rodeado de simbolismos políticos. Allí, el exministro de Economía, Sergio Massa, dejó de lado el ruido electoral para sumergirse en un ámbito más íntimo. En Casa Mar, uno de los icónicos balnearios de la zona, Massa compartió la festividad con un selecto grupo de amigos, empresarios y figuras del entramado político.

Contrario a la tradición de vestir de blanco para el evento, Massa optó por un tenue azul y un cómodo jean. En la madrugada ya avanzada, tras el cierre de un año marcado por turbulencias políticas, se le ha visto disfrutando un cigarrillo, símbolo de una pausa en medio de sus reflexiones, mientras permanece aferrado al teléfono, acaso organizando el porvenir de su carrera política. A su alrededor, la exfuncionaria de AySA, Malena Galmarini, junto al patriarca “Pato” Galmarini y la exuberante Moría Casán, quien en las horas previas participó en Mar del Plata del último acto teatral de la emblemática obra “Brujas”. De fondo, los acordes cumbieros de “Explícale” de Amar Azul animaban a los presentes.

El empresario y amigo cercano, Daniel Vila, compartió la misma atmósfera relajada. Mientras contemplaba la vastedad del mar, disfrutó del inusitado buen clima alejado de las luces de la fiesta. Aunque se anunció tormenta, los cielos se reservaron esas emociones para entrada la madrugada. Vila, pieza clave del conglomerado mediático Grupo América, destacó con una actitud introspectiva, ensalzada por la presencia de Pamela David, quien igualmente se anticipa a desembarcar en Pinamar con ‘Desayuno Americano’.

En un instante, lo exclusivo se hizo público. Nuevos rostros se entremezclaron entre los más de 50 asistentes, desafiando la discreta línea que separa lo privado de lo masivo. En plena marea festiva, se destaca la figura de Emilio Monzó, exlíder de la Cámara Baja, hoy reencontrándose con Massa, en una escena que replicaba abrazos del pasado político reciente, registrado en las memorias de quienes contemplaron la última batalla electoral junto a él. La creciente efectiva digital se esbozaba en el semblante de Massa, quien no abandonó su celular en el transcurso de la velada.

Desde aquel acto en Moreno junto al elenco del PJ bonaerense, con Cristina Kirchner y sus figuras del círculo cercano como Máximo Kirchner y el gobernador Axel Kicillof, Massa trazó una senda de discreción post derrotas electorales. Lejos de las luces del poder, el exministro configuran nuevo esquema bajo el influjo de veranos rejuvenecedores, en un Pinamar que oficia de refugio y plataforma para sus futuras decisiones políticas.