San Lorenzo en alerta por la salud de Balanta: grave y lo trasladan

Publicado: 28 / 03 /2025

27/03/2025 13:19hs.

Oswaldo Balanta, el joven futbolista colombiano, se aferra a la vida mientras una tormenta médica lo envuelve en el sudor frío de la incertidumbre. Aquel jueves fatídico, las campanas de la tragedia sonaron cuando, durante una práctica del equipo de reservas de San Lorenzo, su cuerpo no soportó la presión y sufrió un paro cardíaco tras un traumatismo torácico. La urgencia fue palpable y los cuerpos médicos, como guerreros al servicio de la vida, intervinieron rápidamente para realizar maniobras de reanimación antes de trasladarlo al Hospital Piñero, donde comenzó la batalla por su recuperación.

Balanta, de 23 años, estaba a prueba en San Lorenzo.Balanta, de 23 años, estaba a prueba en San Lorenzo.

Tras ser estabilizado inicialmente, su situación tornó a complicarse. A la madrugada del jueves, Balanta convulsionó mientras su cuerpo luchaba por mantener la vida, lo que llevó a los médicos a tomar la difícil decisión de sedarlo nuevamente en un intento por controlar su estado crítico. Hoy, la incertidumbre se cierne sobre su futuro, que pende de un hilo frágil, mientras él continúa en un sanatorio de mayor complejidad.

El destino de Oswaldo Balanta, de apenas 23 años, parecía el de otro prometedor talento del fútbol colombiano. Su arribo a San Lorenzo, donde entrenaba con un permiso especial, era una búsqueda de oportunidades; una lucha por ser parte del plantel en condiciones competitivas. La historia de Balanta se asemeja a la de otros jóvenes que han logrado brillar a través del esfuerzo, pero este giro trágico ha dejado en suspenso su carrera y su vida.

Desde la institución confirman que, curiosamente, los estudios previos no habían indicado ninguna anomalía. Esta revelación entra en el reino de lo inquietante. ¿Cómo es posible que un atleta en plena condición física haya sufrido tal revés? La pregunta se proyecta sobre sus compañeros, quienes, visiblemente conmocionados, encuentran en el apoyo psicológico una tabla de salvación ante la tragedia que se cierne sobre el grupo.

En este sentido, la práctica programada para el jueves fue suspendida. Los focos ahora se dirigen a la salud de Balanta, quien atrapado en un juego mucho más intenso que el fútbol, espera que la suerte y la ciencia se alíen de su lado. Mientras tanto, el Ciclón se encuentra en la difícil tarea de afrontar un golpe emocional y profesional. El choque con Instituto de Córdoba queda en el olvido mientras su compañero pelea en la sala de emergencias por una segunda oportunidad que todos anhelan.



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