Riquelme explicó su decisión de bajar al campo durante los incidentes en el partido Boca-Gimnasia: “Sentí que debía estar ahí”

Publicado: 24 / 10 /2024
Los incidentes en Boca-Gimnasia

Boca Juniors logró una importante victoria para seguir en la Copa Argentina luego de vencer a Gimnasia de La Plata en los penales tras el 1-1. Más allá del resultado, en el entretiempo se produjeron graves incidentes en las dos parcialidades. Desde la bandeja superior de una de las plateas, donde había fanáticos del Xeneize, comenzaron a arrojar butacas al sector donde se hallaba el grueso de los hinchas del Lobo, que intentaron romper un alambrado para generar un enfrentamiento.

Esa actitud provocó que La 12 derrumbara un portón con destino a la platea, lo que generó un cara a cara con los policías apostados para separar a las parcialidades. Frente a este escenario, apareció en el lugar Juan Román Riquelme. El presidente del Xeneize se metió entre los simpatizantes de su club con el objetivo de intentar frenar el enfrentamiento.

“Cosas de nuestro fútbol y al final tuvimos la suerte de que pudimos seguir jugando el partido que es lo que importaba. Es deporte sabemos que en nuestro país se vive el fútbol de una manera especial y se vio lo que sucedió en la tele, pero se pudo solucionar, eso es bueno también. En el entretiempo pasó lo que vieron todos, yo estaba mirando la situación desde arriba, iba avanzando y en un momento me salio bajar”, expresó JR en diálogo con Radio 10.

Riquelme habló de los incidentes de los hinchas de Boca en Rosario

Más tarde, añadió: “Yo soy hincha de mi club, amo a mi club y a la gente, siempre siento que tenemos que ayudar para que entendamos que es deporte. Muchas veces criticamos a los hinchas de cualquier equipo, es lo más fácil. Y también a la Policía. Les tengo que agradecer, porque cuando bajé, hablé con ellos y entendieron que había muchos chicos y mujeres. Pidieron disculpas por las balas de goma que tiraron. Para mí es muy importante que los hinchas que estaban en la platea entendieron que teníamos que ayudar”.

Román confesó que no midió los riesgos que corrió: “Yo hago lo que siento. Siento como ellos (los hinchas) y vivo como ellos. Tenemos una relación de mucho respeto y siempre intento hacer lo mejor por mi club y mis hinchas”. Y expresó: “Cuando ves que hay mucha gente, que están tirando balas de goma, la situación es difícil para las dos partes. Vienen miles de hinchas de los dos lados y hay diez policías. ¿Qué hacés? Te ponés de los dos lados, es una situación rara”.

· Su charla con el hincha de Boca que lo abrazó. “Es maravilloso porque ese hombre estaba muy nervioso. Cuando me vio, me abrazó y me dijo que saliera porque me iban a lastimar, ja. Es increíble el hincha de Boca conmigo. Si yo tengo que pararme adelante para que no lastimen a los hinchas, lo haría todos los días, es parte de mi vida. Es lo que me tocó y lo que nos toca hacer a todos. Para que el fútbol argentino se pueda disfrutar con las hinchadas de los dos equipos y entendamos que es un deporte, nada más que eso”.

Riquelme habló de los incidentes de los hinchas de Boca en Rosario

· Su diálogo con un policía. “Yo llegué a ese lugar y les pedí con las manos que dejen de tirar. El policía se acerca y pide disculpas de los gases y las cosas que estaban tirando, me dice ‘no te vi’. Le dije que mantuviera a la Policía donde estaba, que nos bancaran que con los muchachos íbamos a llevar a los hinchas de Boca para allá, que es la imagen que se vio”.

· El elogio por la actitud de la barrabrava de Boca. “Hubo una situación que fue fabulosa. Los barras comenzaron a llegar a ese lugar y tenemos que darles las gracias porque ayer empezaron a salir y me ayudaron a calmar a la gente, a cuidar a los hinchas de Boca. En medio del nerviosismo de la Policía y la gente en las plateas, por más que critiquen mucho a la barra de nuestro club, ayer se comportó de maravilla. Cruzaron desde atrás del arco hasta la platea para poder ayudar a nuestros hinchas. Eso se tiene que valorar mucho también”.

· La situación del país. “Yo soy argentino, amo a mi país y a mi club. Pienso que el fútbol es un deporte porque es lo que sentía cuando jugaba, que hay que competir al máximo. Yo deseo que siempre nos vaya bien, esté el presidente que esté. Que podamos mejorar y que todos los argentinos podamos vivir mejor. En estas cosas no me vas a escuchar decir más que eso, yo deseo siempre lo mejor para nuestro país”.

· La campaña en contra suya y de Boca. “Esto pasa hace 4 años y 10 meses que llevamos, será cada día así. Esto nos da cada vez más ganas de trabajar cada día y que el club esté mejor. Hemos agarrado un club con deudas y ahora en los balances tendremos una de las mayores ganancias en la historia del club, que demuestra lo bien que se están haciendo las cosas. Nuestro estadio está cada día más lindo. Estamos para cuidarlo y que el hincha se sienta contento. Sí sabemos que hay una campaña hace 4 años, el hincha se dio cuenta y eso es maravilloso. Entre todos vamos a cuidar a nuestro club, es lo único que nos interesa”.

Noticia en desarrollo…

En el turbulento y a menudo apasionadamente enardecido terreno del fútbol argentino, los eventos recientes que tuvieron lugar en el partido entre Boca Juniors y Gimnasia de La Plata trascienden el simple deporte. En un país donde el fútbol es casi una segunda piel, lo sucedido durante el entretiempo marca una vez más el punto crítico entre la pasión desbordante y el peligro latente de la violencia.

Juan Román Riquelme, símbolo máximo de Boca Juniors y actual figura directiva del club, emergió no solo como mediador físico en la contienda acalorada entre hinchas, sino como portavoz de una visión que busca redefinir el vínculo entre la pasión futbolera y la paz social. Su diálogo tanto con hinchas como con miembros de la policía, refleja una aspiración compartida: disfrutar del deporte sin que la violencia opaque el espectáculo.

En el trasfondo de estos incidentes, resuena un llamado generalizado hacia el liderazgo y la responsabilidad compartida para transformar estos escenarios en oportunidades de convivencia pacífica. La intervención de Riquelme, más allá de su carácter espontáneo, resalta la compleja red de desafíos a enfrentar en la agenda de la dirigencia deportiva argentina, y su discurso se convierte, quizás sin proponérselo, en un emblema de resiliencia y reconciliación en un país que siempre ha vivido el fútbol más allá de las fronteras del campo de juego.

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