Lily-Rose Depp deslumbra en una emocionante obra de estilo gótico romántico.
Publicado: 02 / 01 /2025Nosferatu (Estados Unidos – Reino Unido / 2024). Dirección: Robert Eggers. Guion: Robert Eggers, basado en el guion original de Henrik Galeen y la novela Drácula de Bram Stoker. Fotografía: Jarin Blaschke. Edición: Louise Ford. Música: Robin Carolan. Elenco: Lily-Rose Depp, Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Ralph Ineson y Willem Dafoe. Calificación: Apta para mayores de 16. Distribuidora: UIP. Duración: 132 minutos. Nuestra opinión: muy buena.
En un mundo donde la propiedad intelectual es moneda corriente, Nosferatu de Robert Eggers aparece como una propuesta llamativa: es una nueva versión de un clásico del cine mudo alemán que lleva más de un siglo entre nosotros, el Nosferatu de F.W. Murnau. Sin embargo, esta no es la primera vez que alguien se anima a recrearlo, ya lo hizo Werner Herzog en su momento. Eggers, conocido por su trabajo en películas como La bruja, El faro y El hombre del norte, tiene la oportunidad de usar un gran presupuesto y un elenco famoso para traer de nuevo a la pantalla esta historia inspirada en Drácula, pero con su propio sello.
En vez de apostar a lo ya conocido, Eggers se la juega con el giro de volver al romance gótico del siglo XIX para darle una nueva vida a esta historia en plena era moderna. Él y su equipo logran recrear con obsesivo detalle las imágenes y sonidos que caracterizan su estilo, creando un mundo que es tan hermoso como aterrador, mostrando así su maestría en generar atmósferas cargadas de sentido y narrativa.
El arranque del filme es impactante y marca el tono de horror que se mantendrá a lo largo de toda la cinta. Presenta la singular relación entre Ellen (Lily-Rose Depp) y Nosferatu (Bill Skarsgård). Esta relación inusual desata una serie de eventos trágicos. Desde el inicio, la película mezcla lo fantástico con lo real, jugando con las líneas entre estos mundos, una táctica que resulta clave para la trama, en la que la captura simbólica de una mujer por un ser infernal es tomada como una dolencia de su “fragilidad” femenina por quienes la rodean.
Eggers trae a la actualidad a la protagonista, dotándola de conocimiento y valor para enfrentar su destino. La joven Ellen encuentra un amor protector en su esposo Thomas (Nicholas Hoult), pero cuando él es llamado a hacer un trato con el misterioso conde Orlock, ella teme que su paz pronto se verá interrumpida.
Pero Thomas, centrado en preocupaciones mundanas, descarta las inquietudes de su esposa como meros nervios. Su amor es sincero, y sus deseos de seguridad se quiebran cuando entra a la morada del conde, un personaje que manipula su mente con intenciones destructivas, como un viejo amor tóxico que regresa.
En este filme, como en La bruja, Eggers nos presenta un personaje femenino que se sale de lo convencional, con una orientación sexual que es vista como amenaza. La posesión de Ellen se trata como un episodio de histeria, hasta que el profesor Von Franz, encarnado por Willem Dafoe, y las pruebas visibles del horror, descartan cualquier explicación convencional.
La actuación de Lily-Rose Depp, ostentosa y sin matices, complementa la ambigüedad dada por el director al personaje de Ellen, probablemente el giro más innovador de esta versión. Ellen es un ser conectado tanto con la oscuridad como con la claridad; su tragedia, pero también su poder, radica en esta dualidad.