Gobierno anuncia que Belgrano Cargas y Logística pasará a manos privadas.

La resonante decisión del gobierno de privatizar Belgrano Cargas y Logística SA es un hito que recuerda las intensas discusiones sobre el rol del Estado y la iniciativa privada en los servicios públicos, temas que han polarizado a la Argentina históricamente. Este paso, anunciado por el vocero presidencial Manuel Adorni, apunta a reducir el déficit y busca una eficiencia largamente esquiva en el transporte ferroviario de cargas.

Este anuncio ha generado un debate en el país, pues la privatización de empresas estatales, especialmente ferroviarias, resuena con las experiencias de las décadas pasadas. Adorni justificó la medida citando la Ley Bases, destacando que es imperativo optimizar el sistema de transporte de cargas, una visión apoyada por la administración de Javier Milei. Como parte de este panorama, Milei ha convocado a los gobernadores de Juntos por el Cambio, lo que podría prever un alineamiento político que trascienda la coyuntura.

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Los argumentos del oficialismo se centran en el déficit operativo de Belgrano Cargas, que con 4.429 empleados implicó gastos superiores a 112 millones de dólares en el último año. Esto se ha presentado como un gasto insostenible para un país en crisis, donde la eficiencia en la gestión pública es más demandada que nunca.

El plan operacional del Estado prevé concesionar al sector privado las tres líneas ferroviarias bajo la administración de Belgrano Cargas, abriendo siete procesos distintos de concesión para estimular la competencia en un total de 7.600 kilómetros de vías. Diego Chaher ha liderado el diseño de este complejo entramado, con la idea de combinar peaje, locomotoras, vagones y talleres en sectores diferenciados.

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Bajo este esquema, la infraestructura se mantiene en manos estatales, mientras que las operaciones se privatizan, un modelo mixto que se ha mostrado efectivo en naciones con escenarios menos conflictivos. Este es otro pilar en la estrategia de largo plazo que apunta a la privatización total de las empresas estatales, siempre buscando la competencia y la eficiencia como principales herramientas de mejora.

El gobierno sostiene que esta transición es vital para aumentar el volumen de carga y la frecuencia de trenes, cuestiones que deben ser abordadas sin dilación para otorgar competitividad a los productos argentinos en el mercado global. Pero así como el pasado ha enseñado sobre los beneficios de la eficiencia, también ha lanzado advertencias sobre riesgos potenciales, sobre los cuales el debate estará servido en los próximos meses.

Fuente: Noticias Argentinas

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