El subcampeón eterno que aún puede llegar a la cima del ajedrez mundial.

En los últimos días, el mundo del ajedrez ha sido testigo de un nuevo hito en la carrera de un titán del tablero. Fabiano Caruana, prodigio estadounidense de raíces italianas, ha dejado su marca al consagrarse por cuarta vez como campeón de los Estados Unidos. Este logro no solo reafirma su supremacía en el ámbito nacional, sino que le ha permitido ascender nuevamente al segundo puesto en el ranking mundial, una posición que ha defendido con obstinación frente al imbatible Magnus Carlsen, quién ha dominado el ranking durante más de trece años, un reinado sin precedentes en la historia del ajedrez.

El periplo de Caruana nos recuerda a figuras históricas como David Bronstein, quien desafió a Mikhail Botvinnik en un match que culminó en tablas, o a Paul Keres, el “campeón sin corona”, que rozó la cúspide sin conseguir jamás disputar un match por el campeonato mundial. En tiempos más recientes, se erige el ejemplo de Víctor Korchnoi, que, con un coraje político y deportivo, rivalizó repetidamente contra Anatoli Karpov a pesar de ser dos décadas mayor.

Sin embargo, Caruana se distinguió al lograr lo que pocos han conseguido: enfrentarse a Carlsen por el cetro mundial en un duelo que terminó empatado tras las doce partidas clásicas, resaltando así la paridad entre estos dos colosos. Solamente la destreza en las partidas rápidas permitió al noruego retener su título.

Fabiano Caruana vio la luz del día en Miami, en 1992, bajo el seno de una familia italiana, y a temprana edad decidió cruzar el Atlántico para afinar su arte ajedrecístico. Defendió los colores de Italia durante una década, obteniendo el Campeonato Italiano en cuatro oportunidades, antes de retornar a las filas del ajedrez estadounidense en 2014, donde consolida su lugar en la élite global.

Caruana es un habitual del Torneo de Candidatos, una competición de ensueño que determina al futuro rival del campeón del mundo. Aunque ha alzado el trofeo solo una vez, en 2018, su constante presencia lo convierte en un serio aspirante a ocupar el trono vacante. Vale la pena mencionar que su máximo rating Elo, de 2844, es el tercero más alto históricamente, solamente superado por las marcas de Carlsen y de Garry Kasparov.

El estilo cerebral de Caruana es distinguido por su intensidad en el estudio y preparación de aperturas. Aunque muestra solidez en sus planteamientos, algunos creen que titubea en posiciones simples. No obstante, es un fenómeno conocido que en ajedrez las posiciones sencillas requieren una fina técnica que pocos logran dominar como las complejidades estratégicas.

Con la abdicación de Carlsen del título mundial, Caruana asoma como uno de los grandes candidatos a coronarse campeón. A sus 32 años, el tiempo aún está de su lado, pero debe mirar con cautela el surgir de las nuevas generaciones que acortan los ciclos de los campeones precedentes. Con el enfrentamiento entre Ding Liren y el joven Gukesh D en el horizonte, el desafío para Fabiano es claro: no quedarse atrás y aspirar al título mundial.