El huracán Rafael: ¿Qué les espera a Texas y Louisiana?

El huracán Rafael está causando preocupación en el Caribe al avanzar hacia el Golfo de México con vientos de hasta 160 kilómetros por hora. Aunque aún no se sabe exactamente cómo impactará en Estados Unidos, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) señala que podría llegar a Texas y Louisiana en próximos días.

El huracán Rafael amenaza a las comunidades costeras, ya que podría haber cambios en su rumbo y potencia debido a las condiciones cambiantes del tiempo, lo cual mantiene a millones de personas en alerta.

Ahora Rafael avanza hacia el noroeste a 22 km/h bajo la influencia de un sistema de alta presión que lo dirige hacia el Golfo de México, pudiendo ir más al oeste.

El NHC prevé que Rafael toque tierra en el oeste de Cuba antes de dirigirse al Golfo, donde el agua más fría y el clima seco podrían debilitar el huracán al acercarse a la costa de Estados Unidos.

Existen modelos de pronóstico variados: unos sugieren que el huracán podría girar hacia el norte, mientras que otros apuntan a un desvío oeste. Este último podría impactar en Texas y Louisiana, estados ya acostumbrados a lidiar con ciclones, y donde ya se están preparando para futuras evacuaciones.

El mayor peligro del huracán en Texas y Louisiana son las fuertes lluvias e inundaciones. En Cuba se esperan precipitaciones intensas, y aunque pueda debilitarse, las lluvias significativas están previstas al llegar al Golfo de México.

Se prevén siete a 15 cm de lluvia en zonas costeras de Texas y Louisiana, lo que podría causar inundaciones repentinas, afectando especialmente las áreas urbanas con drenajes saturados. Las comunidades en Houston, Galveston y Nueva Orleans se están preparando para una posible llegada directa o indirecta de Rafael.

Las autoridades meteorológicas advierten sobre marejadas ciclónicas al acercarse Rafael al Golfo de México.

Las marejadas podrían provocar que los niveles del agua suban de uno a tres metros en ciertas áreas costeras de Texas y Louisiana, además de inundaciones y erosión costera que fragilizarían la defensa natural y dejarían a las comunidades expuestas a futuras tormentas.

En Galveston y Nueva Orleans, los diques y bombas se han activado en anticipación a un posible aumento del nivel del agua. Además, han emitido alertas para evitar navegar en el Golfo de México, pues se esperan olas altas y fuertes corrientes peligrosas para las embarcaciones.

Frente a la amenaza de Rafael, las autoridades de Texas y Louisiana han pedido a sus habitantes preparar suministros y estar atentos a las indicaciones de evacuación. Las ciudades costeras ya están distribuyendo sacos de arena y procurando reforzar áreas críticas de infraestructuras clave, como estaciones de bombeo y redes eléctricas.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) sugiere también a los residentes en áreas propensas a inundaciones preparar kits de emergencia y planificar rutas de evacuación. Las autoridades siguen vigilando los avances de Rafael y los cambios potenciales en su trayectoria y fuerza.