Donald Trump pasó por un McDonald’s: se puso a cocinar papas fritas y apuntó contra Kamala Harris.
Publicado: 21 / 10 /2024En el escenario político de Estados Unidos, la dinámica electoral cobra vida en los lugares más insólitos, como lo demuestra la reciente aparición del ex presidente Donald Trump en un McDonald’s de Pensilvania, un estado clave en la contienda presidencial. En un ambiente poco convencional, alejado de los foros políticos tradicionales y casi recordándonos aquellas veces en que los políticos argentinos han recurrido a las masas en lugares públicos para acercarse a la gente, Trump no solo atendió y cocinó papas fritas, sino que lanzó acusaciones directas a su oponente demócrata, Kamala Harris, cuestionando la veracidad de su historia laboral en sus años jóvenes.
El contexto merece un análisis profundo. Trump, experto en manipular narrativas mediáticas, busca atraer simpatizantes mostrando una faceta cercana al trabajador promedio, emulando estrategias vistas en figuras políticas argentinas que apelan al contacto directo con la ciudadanía. Mientras tanto, Harris, quien defiende haber trabajado en McDonald’s para costear sus estudios, ve como su relato es desafiado públicamente, incluso cuando su campaña asegura que la experiencia laboral sí ocurrió durante el verano de 1983.
A nivel mediático, la controversia refleja una táctica recurrente en la política contemporánea: erosionar la credibilidad del rival más allá de discutir políticas. Esta práctica, conocida en el ámbito político argentino y utilizado frecuentemente por líderes de renombre, refleja la naturaleza polarizante de la campaña estadounidense. En busca de apelar a las clases populares, tanto Trump como Harris intentan posicionarse como campeones de los trabajadores, aunque sus métodos y trayectorias son claramente diferentes.
Con el 5 de noviembre en el horizonte, y según estimaciones de encuestas actuales, Trump parece tener una ligera ventaja en el Colegio Electoral sobre Harris, similar a cómo las elecciones en Argentina se centran en las provincias clave para asegurar la victoria. Mientras Harris celebra sus 60 años, la narrativa de ambos candidatos sigue moldeando el clima político, donde cada historia personal, cada gesto, cada palabra, cuenta en la lucha por el poder.