Cristina regresa a la provincia de Buenos Aires en tono electoral y Quintela termina con el tema judicial.

El vibrante escenario político nacional recibió un nuevo capítulo este martes con la visita de la expresidenta Cristina Kirchner al distrito de Avellaneda, un enclave estratégico en la arena peronista que es conducido por el intendente Jorge Ferraresi. Ferraresi, reconocido como el principal organizador político del gobernador bonaerense Axel Kicillof, mantiene una relación tensa con el núcleo cristinista, sumando complejidad a la dinámica del peronismo en la provincia.

Este acontecimiento marca la segunda incursión de la líder peronista en menos de un mes en este corazón del conurbano bonaerense, reafirmando su influencia y compromiso renovado con la militancia local. En su última visita el 17 de octubre, su presencia coincidió con una jornada emblemática: el Día de la Lealtad Peronista, en vísperas de un acto protagonizado por Kicillof en Berisso. Hoy, el telón de fondo de su visita estuvo marcado por la reciente proclamación de su lista, “Primero, la Patria”, como vencedora en la interna del Partido Justicialista, tras el revés para el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, cuya estrategia judicial no prosperó.

Durante su estancia en Avellaneda, Cristina mantuvo una reunión con empresarios del sector pyme, subrayando su intención de liderar el PJ con la misión de revitalizar la esencia del movimiento peronista. “Este modelo es como un yogur. Todos sabemos que los yogures se vencen, lo que no sabemos es cuándo”, declaró en una empresa emblemática de la región, esgrimiendo una metáfora que busca despertar la reflexión sobre el estado actual del país y la necesidad de un replanteo profundo.

Acompañada por figuras de renombre como Pablo González, ex presidente de YPF y destacado ex vicegobernador de Santa Cruz, Cristina enfatizó que su regreso al liderazgo del PJ responde a una necesidad de acción y renovación al interior del peronismo. Mientras tanto, el intendente Ferraresi, actualmente de licencia, observa el desarrollo político desde la distancia, aunque el impacto de la visita en su bastión resulta innegable.

Por su parte, Ricardo Quintela expresó su desilusión tras recibir la decisión judicial que le impide competir bajo la lista que encabezaba. En una declaración solemne desde la Casa de La Rioja en Buenos Aires, ratificó el nacimiento de un nuevo “movimiento nacional”, denominado “Federales, un grito de corazón”. A pesar de los reveses, aseguró que esta plataforma más allá de un simple vehículo electoral se convertirá en un bastión de militancia peronista y unión federal.

Wado de Pedro, una de las figuras prominentes del núcleo cristinista, mostró su respaldo incondicional a Cristina. Alabó su persistencia a pesar de las adversidades, destacando que el peronismo está listo para reorganizarse bajo su liderazgo en búsqueda de una agenda renovada y verdaderamente transformadora.

En una etapa política que se caracteriza por su dinamismo e imprevisibilidad, la figura de Cristina Kirchner emerge una vez más como un pilar central del peronismo, dispuesta a reconfigurar las narrativas y los destinos del movimiento como sólo ella sabe hacerlo. Frente a desafíos como el ascenso de figuras opositoras, su retorno no solo es prometedor sino esencial para muchos de sus seguidores.