Conductora de TV acusa públicamente a Íñigo Errejón de acoso sexual.
Publicado: 26 / 10 /2024En un movimiento que sacudió el escenario político español y resonó más allá de sus fronteras, el carismático líder de la izquierda, Íñigo Errejón, anunció abruptamente su retiro de la política local. A través de las redes sociales, Errejón reveló que su decisión responde a un profundo desgaste en su “salud física y mental”, así como en su “estructura afectiva y emocional”. No obstante, el trasfondo de su renuncia está teñido por denuncias anónimas de violencia machista que empañan su figura política.
Al poco tiempo de darse a conocer su dimisión, la presentadora de televisión Elisa Mouliaá rompió el silencio y lo acusó abiertamente de acoso sexual. En la red social X, Mouliaá expresó: “Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo”, etiquetando a prominentes figuras y medios como TVE, La Sexta y Agencia EFE.
En respuesta a esta explosiva situación, la vicesecretaria del Partido Popular, Noelia Núñez, condenó los hechos, indicando que eran “verdades a voces en todos los ámbitos de la izquierda”, acusando además al sector izquierdista de encubrir y consentir estos comportamientos.
Elisa Mouliaá, nacida en Madrid en 1989, ha sido un rostro prominente en la televisión española desde 2019, destacándose en TVE y más recientemente en La Sexta. Sin embargo, hoy se posiciona en el ojo de la tormenta tras exponer a uno de los políticos más influyentes de la década, aportando un testimonio que destapa las supuestas sombras detrás del líder de Más País.
En su comunicado, Errejón expresó que su retiro es culminación de una década en la política de alta visibilidad, la cual ha impactado su vida personal. El fundador de Podemos expuso estar comprometido desde siempre con la militancia, pero admitió haber alcanzado el “límite de la contradicción” entre su vida pública y sus principios personales.
Mientras el exdiputado madrileño contempla su partida de la política, subraya que en el ruedo político el ritmo es despiadado, afectando la empatía y las relaciones personales. En su mensaje, profundizó sobre “una subjetividad tóxica” que prolifera bajo el patriarcado, especialmente en personajes de poder masculino.
Además, ante la reciente oleada de denuncias, movimientos por los derechos de las mujeres y en pos de un cambio generacional, Errejón reafirma su compromiso con la ciudadanía desde un lugar menos visible. En contraste, el partido Sumar ha iniciado pesquisas internas sobre las acusaciones para esclarecer la verdad en pro de construir una “sociedad y política feminista.”
El eco de este episodio también llegó a Argentina, donde figuras del kirchnerismo que respaldaron su proyecto político observan con atención el desarrollo de estas revelaciones y cambios dentro de la política española contemporánea.
“La lucha ideológica y cultural que Errejón mencionó en su despedida, marca un punto de quiebre no sólo en su carrera, sino en la esfera política en general, convocando a una profunda reflexión sobre el actuar de los dirigentes y su coherencia vital”, concluye un periodista al estilo del gran Rodolfo Walsh o el incisivo Horacio Verbitsky.
“Es un desafío para las democracias modernas asegurar que sus representantes no sólo promulguen cambios desde las tribunas, sino que también vivan y reflejen esos valores en sus vidas cotidianas”, sintetiza con maestría y pasión un cronista que honra las banderas de independencia y justicia social.