Boca aprovecha el conflicto: ¿Qué hará con la plata que entró por Medina?

Publicado: 29 / 12 /2024

En su controvertido libro “Las 26 leyes inquebrantables del dinero”, el empresario canadiense Brian Tracy expone una verdad innegable: nadie logra acumular una fortuna por azar; el éxito es el resultado de la habilidad para entender y aplicar las reglas del mercado. Si trasladamos este principio al ámbito del fútbol, sería absurdo pensar que un club puede generar más de 100 millones de dólares sin un plan estratégico detrás. En este sentido, Boca Juniors es un ejemplo paradigmático: ha sabido capitalizar sus conflictos internos, logrando recaudar cifras históricas en un período de tiempo sorprendentemente corto.

El pasado viernes, el volante Cristian Medina hizo efectivo su derecho de rescisión, liberándose del club a cambio de 15 millones de dólares netos. Este desenlace no fue fortuito, sino que estuvo impulsado por la intervención del multimillonario estadounidense Foster Gillett, quien ha estado en negociaciones para asegurar una inversión con el club Estudiantes. La historia de Medina con Boca es una trama que se tiñó de controversia desde el 22 de octubre, cuando se negó a disputar un partido como protesta por su frustrante posible transferencia al Fenerbahce. Desde aquel día, el futbolista entrenó al margen y dejó claro que su ciclo en el club había concluido. No obstante, Boca ya se encontraba en la búsqueda de un reemplazo, considerando opciones como un trueque con el Almería por Lucas Robertone, un viejo conocido de Fernando Gago.

Cristian Medina, en plena acción durante el superclásico en La Bombonera, un partido cargado de historia.Marcos Brindicci

Sin embargo, en un giro inesperado, Medina se ha convertido en la décima venta más cara en la historia de Boca Juniors. La respuesta de la dirigencia frente a la presión del jugador demuestra una inquebrantable determinación por maximizar la rentabilidad: no era negociable ceder a las demandas de un futbolista que, a pesar de tener contrato, ni siquiera se unía a los entrenamientos. “Fue el segundo Medinazo”, exclamaron en Ezeiza al recibir la noticia de que el dinero ya había sido transferido. El volante, que cosechó 160 presentaciones, cuatro títulos y nueve goles, dejó su huella en el club, siendo su tanto más recordado el que anotó en un empate en el superclásico.

El precio pagado por Medina por parte de Gillett se iguala al desembolso que en su momento hizo Corinthians por Carlos Tevez. A pesar de que Estudiantes transgredió un pacto no escrito entre clubes argentinos al activar la cláusula, en Boca no dudaron en defender su postura. Según sus directivos, “Defendimos al club y pagaron lo que nosotros queríamos”.

¿Cómo utilizará Boca los 15 millones recibidos por Medina? La respuesta parece ser clara: invertir en refuerzos de calidad. Tras la llegada del chileno Carlos Palacios, los planes apuntan a concretar el fichaje del exIndependiente Ayrton Costa, a quien buscan por un monto en disputa de 500 mil dólares. Asimismo, la incorporación del anhelado Aníbal Moreno, uno de los favoritos del entrenador, podría hacerse realidad. El Xeneize también está tras los pasos de un defensor central, siendo Gonzalo Piovi el elegido, y necesita un segundo mediocampista de contención, con Santiago Ascacibar como principal candidato.

La transferencia más costosa en la historia del club hasta ahora pertenece a Fernando Gago, quien fue vendido al Real Madrid por 27,8 millones de dólares, seguido de Walter Samuel y Aaron Anselmino, ambos en 21 millones. Por otro lado, Ezequiel Fernández, otro talento surgido de las inferiores, dejó Boca en medio de una crisis con Riquelme y su Consejo de Fútbol después de recibir una oferta deslumbrante desde Al Qadisiya, que multiplicaba su sueldo por cinco. La tensión alcanzó niveles elevados cuando Boca decidió estirarse en negociaciones, llevando a Fernández a tomar decisiones drásticas, incluso viajando a los Juegos Olímpicos y comunicando que no volvería a entrenar.

Cristian Medina en acción contra el equipo de Estudiantes, un encuentro que escribió otro capítulo de su carrera.Ignacio Amiconi/Fotobaires

La historia de Boca es una muestra contundente de cómo la administración de talentos puede convertirse en un negocio redituable: con la venta de Medina, el club suma 72,8 millones de dólares en el primer año de gestión de Riquelme, un ahorro que beneficia no sólo a las arcas del club, sino su competitividad en el campo de juego. Ahora, si agrupamos las ventas de Alan Varela al Porto (13 millones), Luis Vázquez al Anderlecht (7 millones), Mateo Retegui al Genoa (15 millones, aunque con importantes deducciones), así como las desprendidas de Gastón Ávila y otros jóvenes talentos, la cifra total supera, sorprendentemente, los 100 millones de dólares en los últimos dos años y medio.

Ese día, mientras muchos se distraen con el Gordo de Navidad, Boca ha hecho su propia cartita a los Reyes Magos, soñando con un futuro aún más brillante.

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