Alertan sobre el cierre del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, el único de su tipo en el AMBA.

Publicado: 05 / 10 /2024

En una decisión que ha sacudido las bases del sistema de salud mental en Argentina, los trabajadores del emblemático Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte han alzado su voz contra lo que describen como un atentado directo a la salud de miles de argentinos. Con el cierre de este referente, único en su tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires, más de 600 empleados y 25 mil ciudadanos que ya han recibido atención este año se ven inmersos en una incertidumbre desesperante debido a severos ajustes que sofocan al sector.

La noticia, que estalló sorpresivamente, fue revelada por Leonardo Fernández Camacho, delegado general de ATE, quien expresó su desconcierto: “No teníamos conocimiento hasta hoy, pero nos confirmaron que el Gobierno está en el proceso de firmar el decreto que cerraría las puertas del hospital, prevista para el inicio de la próxima semana”, confió a Página/12.

En un anuncio confuso, el Gobierno parece ratificar el cierre del Hospital Bonaparte bajo el eufemismo de una “reorganización”. “En el marco de optimizar los recursos hacia los pacientes más necesitados, el Ministerio de Salud inició un plan de reestructuración. Esto implica la derivación de pacientes a otras instituciones. Recalcamos que no es un cierre, sino una reorganización de servicios”, declararon oficialmente, defendiendo la medida como un intento por mejorar la eficiencia del hospital.

Sin embargo, los trabajadores advierten: “El gobierno acaba de anunciar el desmantelamiento total de los servicios esenciales del Hospital Bonaparte, lo que equivale a un cierre total de las internaciones y guardias, dejando a pacientes de salud mental en una situación crítica”. Fernández Camacho, que también se desempeña como abogado y trabajador social, describió la situación así: “Esto es caótico. Hay cincuenta personas internadas actualmente y el hospital cumple funciones más allá de la internación, como ser un centro de día para adultos, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad”. Aludió a los constantes despidos y precarios contratos que azotan al personal.

Pérdida por goteo

En los dos últimos meses, la fuga de talentos ha sido alarmante. Sesenta profesionales han abandonado el recinto: mitad despedidos, mitad forzados por el panorama adverso laboral. “Estamos en el mismo barco que hospitales como el Garrahan”, advirtió el delegado.

Es palpable la angustia en voces como la de An Millet, trabajador social: “Se destruyen dispositivos que, con cuidado y dedicación, nos cuidan como individuos”. Remarcó que el Gobierno Nacional parece decididamente atacar la salud mental colectiva. “Es el síntoma de un mal mayor: la imposibilidad de llegar a fin de mes estropea nuestro bienestar mental”.

El hospital, con una trayectoria histórica como base de las políticas públicas de salud mental, ahora se ve amenazado. Soledad Rivas, psicóloga y delegada adjunta de ATE, subraya el rol crucial del hospital como centro de formación y supervisión a nivel nacional: “Nuestro cierre dejaría a miles de personas sin la mínima atención a sus tratamientos de salud crónica.”

La historia del hospital

Con raíces que se hunden en el siglo XIX y una evolución significativa desde los años setenta como el Centro Nacional de Reeducación Social (Cenareso), el hospital se reconfiguró en la década del ochenta hacia un enfoque más amplio de la salud mental. En 2016 adquirió su actual denominación, rindiendo homenaje a la psicóloga y Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Laura Bonaparte. Siempre ha sido un bastión para la comunidad LGTBIQ*, pionero en la inclusión laboral trans.

Desde la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez han expresado “profunda preocupación” y destacado la vital función del Bonaparte en su especialización en problemáticas de consumo y atención de pacientes vulnerables. “En un contexto donde los problemas de salud mental están en alza, semejante medida solo agrava el deterioro de la asistencia sanitaria”, afirmaron.

El repudio de los organismos de DD.HH.

Diversos organismos de derechos humanos se han declaro en franca oposición al cierre del Hospital Laura Bonaparte. “Solo un gobierno insensible y autoritario podría adoptar semejante decisión en un contexto en que la salud mental requiere prioridad”, manifestaron enérgicamente. El comunicado urge a toda la sociedad a alzar la voz y abrazar solidariamente a los trabajadores, invitando a la movilización en defensa de la sanidad pública y los derechos humanos.

Este comunicado fue respaldado por una coalición de organismos, incluyendo Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital, y Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, entre otros.

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