El 6 de enero: Razones y raíces de una celebración que vibra en nuestra cultura

En un rincón del calendario, el 6 de enero emerge como una de las festividades más esperadas, un día que, según el Evangelio de Mateo, rememora la visita de los Reyes Magos—Melchor, Gaspar y Baltasar—al Niño Jesús en Belén. Este evento no sólo marca la culminación de las festividades navideñas, sino que también representa un momento crucial en la historia religiosa que llamamos Epifanía.

La Grandeza de la Epifanía

El 6 de enero es conocido como la celebración de la “Epifanía”, un concepto que en griego significa “manifestación”. El significado trasciende lo místico; se celebra la adoración de Jesús por parte de los Reyes Magos, quienes aportan oro, incienso y mirra—regalos que simbolizan el reconocimiento de su realeza, divinidad y humanidad. Esta fecha coincide con el paso de doce días desde la Navidad, marcando un ciclo de celebraciones que invita a las familias a compartir y disfrutar del espíritu festivo.

La Tradición de la Rosca de Reyes

Hablemos de un manjar que evoca rituales antiguos: la Rosca de Reyes. Este dulce navideño, típico de la cultura española, tiene un simbolismo profundo: su forma circular representa el amor eterno de Dios, mientras que las frutas confitadas evocan las joyas de las coronas de los Reyes. Cada 6 de enero, las familias se reúnen para compartirla, con la emoción de encontrar al Niño Jesús escondido en su interior, asignando la responsabilidad de la celebración del próximo año a quien lo encuentre.

Otras tradiciones incluyen la Cabalgata de los Reyes Magos, un evento que reúne a miles de familias en la noche del 5 de enero, mientras los niños dejan sus zapatos junto a agua y comida para los camellos. El entusiasmo y la magia de esta celebración hacen del Día de Reyes una festividad inolvidable, donde el recuerdo y la esperanza se entrelazan para dar vida a la tradición.