Dybala le mandó un palo a la Lazio tras el triunfo de la Roma en el clásico de la ciudad.

La AS Roma salió este domingo 5 de enero con la frente en alto, al superar por 2-0 a su eterno rival, la Lazio, en el electrizante Derby della Capitale. Este vibrante enfrentamiento tuvo lugar en el emblemático Estadio Olímpico de Roma, donde los aficionados vibraron desde el primer instante. Los goles que sellaron la victoria fueron obra de Lorenzo Pellegrini a los 10 minutos y Alexis Saelemaekers a los 18, en un partido en el que brilló con luz propia el argentino Paulo Dybala, quien se erigió como el arquitecto del triunfo local.

La figura indiscutible de la jornada, Dybala, no escatimó en elogios a su equipo; en su cuenta de Instagram, publicó una imagen que resuena como un canto de guerra: “Roma si chiamerà sempre Roma” (“Roma siempre se llamará Roma”). Un mensaje potente que no solo reafirma su compromiso con el club, sino que también lanza un sutil ataque hacia la Lazio, esto sin mencionar la repercusión emotiva que generó entre los hinchas, quienes desbordaron en comentarios de apoyo y admiración por el cordobés.

En el campo, Dybala no solo se quedó en la palabra; su desempeño fue deslumbrante. Su participación fue clave en la gestación de ambos goles, siendo el autor del pase que condujo a Pellegrini para abrir el marcador, y luego acelerando en una carrera de 50 metros que culminó con una asistencia a Saelemaekers, aprovechándose de un rebote del arquero Ivan Provedel. El argentino fue sustituido a los 74 minutos, pero no sin antes recibir una ovación que resonaba como un tributo a su grandeza.

Sin embargo, la gloria del partido no estuvo exenta de tensión; el delantero Taty Castellanos fue expulsado tras perder el control en una provocación de Mats Hummels, dejando una sombra sobre un final que prometía ser limpio, pero que terminó por empañarse.

Con este triunfo, la Roma encadena cuatro partidos sin conocer la derrota y se posiciona con 23 puntos en la mitad de la tabla de la Serie A. La Lazio, por su parte, permanece en el cuarto puesto con 35 puntos, privándose de un acercamiento al Inter, que lleva dos partidos menos y ocupa el tercer lugar.

El resultado es un bálsamo para Claudio Ranieri, piloto de este barco en aguas tempestuosas, que busca una ruta más estable que lo lleve a los anhelados puestos europeos. Dybala, con un registro que evidencia su trascendencia (tres goles y una asistencia en las últimas fechas), se ha convertido en el ícono indiscutido de la Loba y el héroe de la afición romanista que anhela más victorias en esta nueva travesía.