¿Por qué nos reímos el 28 de diciembre en Argentina? El significado detrás del Día de los Inocentes.

Cada 28 de diciembre, resuena en el corazón de millones de argentinos y latinoamericanos el famoso Día de los Santos Inocentes. Esta jornada, revestida hoy de hilaridad y travesuras entre allegados y compatriotas, mantiene un sustrato religioso profundamente enraizado en la historia cristiana.

Transformada por la cultura popular, la tradición de las bromas inocentes tiene su génesis en un relato bíblico de importancia cardinal. El sentido primigenio de la conmemoración está arraigado en la religión, aunque en nuestros tiempos se ha visto metamorfoseado en una expresión de jolgorio y astucia colectiva.

El relato de los Santos Inocentes emerge de las páginas del Evangelio de Mateo. Según las escrituras, el rey Herodes I, dominado por el temor ante una profecía que anunciaba el nacimiento de un nuevo “Rey de los Judíos”, el niño Jesús, instituyó una orden trágica: la matanza de todos los infantes menores de dos años en Belén, el dramático evento de la “matanza de los inocentes”.

A pesar de las sombrías intenciones de Herodes, el relato bíblico nos narra cómo su plan se frustró gracias al ingenio y la valentía de los reyes magos, quienes, astutamente, no revelaron la ubicación del Mesías. Este horroroso episodio elevó a los niños sacrificados como los primeros mártires de la fe cristiana.

Dentro del calendario litúrgico católico, el Día de los Santos Inocentes invoca una solemnidad que nos invita a recordar y meditar sobre esta catástrofe histórica. El término ‘Santos Inocentes’ refiere a la inmaculada inocencia de aquellos niños incapaces de haber cometido tal agravio.

Con el paso del tiempo, esta fecha de recogimiento y memoria ha evolucionado, en una ironía de la historia, hacia una tradición repleta de humor. Algunos argumentan que las bromas encarnan el ingenio y la astucia de aquellos padres que intentaron resguardar a sus hijos del edicto de Herodes.

Existe, además, una teoría que conecta este espíritu lúdico con el acertado engaño de los reyes magos a Herodes. En el vasto mundo hispanohablante, el 28 de diciembre es sinónimo de bromas y picardía entre amigos y familiares. Aquellos que caen en inocentes embustes escuchan con frecuencia expresiones como “caíste por inocente” o “que la inocencia te valga”.

Esta conmemoración ha traspasado fronteras, celebrándose con entusiasmo en diversos países, incluyendo España, México, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Cuba, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay y Uruguay, entre muchos otros. Un día donde las sonrisas y la historia se entrelazan, recordándonos la complejidad de nuestro acervo cultural y religioso.