El Correo Argentino deja de funcionar en Fiambalá.
Publicado: 27 / 11 /2024La icónica delegación del Correo Argentino en Fiambalá se prepara para un cierre inminente, marcando así el fin de una era en el corazón de esta comunidad tinogasteña. Sin embargo, el espíritu de servicio se mantendrá vivo, ya que el municipio asumirá las tareas vitales que desempeñaba la sucursal, asegurando que funciones esenciales como la distribución de boletas de servicios públicos lleguen a cada hogar.
Arturo Rodríguez, reconocido periodista local, aportó claridad en una entrevista en Mañana Central de radio Ancasti. Allí, reveló que el director general de Gobierno del municipio, Joaquín Cabrera, confirmó la inminente firma de un convenio entre el correo y la municipalidad. Este acuerdo es un salvavidas que permitirá a la comuna encargarse de la logística postal, garantizando la continuidad de los servicios esenciales que resultan vitales para la comunidad.
“Estamos viviendo los últimos días del Correo Argentino en su formato actual, con un equipo reducido. Pero el municipio ya ha tomado medidas, alquilando el espacio físico para instalar nuevas oficinas dedicadas a distintas áreas como Producción y la Casa de Crédito Municipal. Además, se destinará un sector exclusivamente para que el correo, bajo gestión municipal, continúe distribuyendo correspondencia”, relató Rodríguez, reflejando un compromiso palpable hacia los ciudadanos.
Servicios
El municipio, en un gesto de responsabilidad con sus habitantes, mantendrá la capacidad de recibir pagos de facturas vencidas, lo que representa un alivio para muchos usuarios.
Rodríguez subrayó un aspecto crucial: el profundo interés del municipio en evitar el aislamiento de más de una decena de localidades hacia el norte, que dependen del reparto regular de boletas de servicios. “El municipio entiende que centralizar la correspondencia en Tinogasta no es viable. Fiambalá está a 50 kilómetros, pero algunas comunidades, como Palo Blanco, se encuentran a más de 100 kilómetros”, detalló con preocupación.
A diferencia de otras regiones como Antofagasta de la Sierra, donde los jubilados se veían afectados por el cierre de oficinas postales, los mayores de Fiambalá han demostrado adaptabilidad al realizar sus cobros a través de cajeros automáticos o ventanillas del Banco Nación, evitando así interrupciones significativas en este servicio.
Empleados
Los empleados del Correo, vinculados emocionalmente con décadas de dedicación, han optado por el retiro voluntario, marcando el fin de una etapa pero también el inicio de una nueva era bajo la gestión municipal.
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Este artículo intenta encapsular una transición significativa para la comunidad de Fiambalá, rescatando la esencia de servicio y continuidad que caracteriza a los pilares de una gestión pública comprometida.
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