Los Pumas aflojan en el primer tiempo y caen ante Francia en París

Los Pumas concluyeron un 2024 de claroscuros en el Stade Francais, enfrentándose a una maquinaria francesa que les hizo sentir el rigor de un Top 4 mundial. Arrancaron con dificultades, y aunque mejoraron en la segunda mitad, no lograron arrebatarle el triunfo a Francia, que con un sólido 30-9 al término del primer tiempo, aseguró su victoria con un 37-23 final. Este partido cerró una gira de resultados mixtos para el selecccionado argentino, tras la victoria contra Italia y la derrota previa frente a Irlanda.

Felipe Contepomi, estratega de los Pumas, ya había manifestado su inquietud por los arranques dubitativos del equipo en cada tiempo de juego. Los ocho minutos iniciales han sido un talón de Aquiles para el equipo, y precisamente en esos instantes, tanto ante Irlanda como en Francia, el rival logró encajar dos tries en menos de 6 minutos.

Apenas iniciado el duelo, el capitán Julián Montoya recibió una tarjeta amarilla tras un forcejeo con el rival que se interpretó como peligrosa, dejándolo fuera 10’ en un pasaje donde el equipo sufrió numéricamente.

Los compases iniciales del juego evidenciaron a Francia ejecutando una táctica dominante, aprovechando cada infracción cometida por los argentinos, cimentando su superioridad en un scrum de altísima calidad y una defensa férrea. La dirección de Dupont, su medio scrum estrella, junto a las patadas estratégicas de Ramos, perpetuaron la posesión francesa, que se reflejó en una primera mitad avasallante en el marcador.

A pesar de una segunda mitad más equilibrada, donde Los Pumas lograron recuperar balón y acortar distancias con un try, los errores iniciales pesaron demasiado. Aunque consiguieron arrebatarle a Francia el parcial del segundo tiempo (14-7), no fue suficiente para revertir el daño hecho durante el primer periodo.

De cara al año siguiente, Los Pumas enfrentan un calendario exigente, con desafíos de renombre, incluyendo dos enfrentamientos con los All Blacks en territorio argentino. El campeonato del Tres Naciones y otras citas internacionales prometen otro año de intenso rugby para el seleccionado.