River venció a Instituto en un gran partido y se mete en la pelea de los dos campeonatos

El partido en Alta Córdoba, que hace unos días parecía no preocupar a nadie en el Mundo River, se transformó en una final, especialmente tras lo ocurrido contra Mineiro en Belo Horizonte y luego en un Monumental que se sintió impotente más que imponente.

El miércoles en Córdoba fue una noche de gran emoción. River vivió un partido lleno de tensión, desesperación y también ilusión con un ajustado 3-2, colocándose a seis puntos del líder Vélez, quien enfrenta a Tigre este jueves.

River es un equipo que sorprende por su falta de solidez, siempre al borde del abismo, jugando mano a mano desde muy temprano en el partido. A veces se siente que fluyen y juegan bien, y en otras ocasiones parecen perder solos, independientemente de si enfrentan a un gigante como Hulk o a otro equipo.

El técnico Gallardo repitió la formación que usó contra Banfield, y con ella, también se repitieron ciertos problemas, como la falta de fortaleza en defensa. Pero también hubo buenas señales: Villagra finalmente se destacó como refuerzo, mostrando ser el volante que River buscaba. Maxwell Meza también encontró su lugar en el campo, mientras que jugadores como Solari y Colidio siguen siendo efectivos enfrente del arco, y el Pity sigue siendo un agitador dentro de la cancha.

Para realmente pelear por el torneo, River debe dejar de lado su mentalidad ingenua. El partido con Instituto se complicó, no porque el rival fuera extraordinario, sino porque mostraron corazón y músculo, y River cometió errores.

Aunque todavía están lejos de Vélez, River se encuentra más cerca de lo que sus hinchas y Gallardo quieren ver. No es poco, pero se verá si será suficiente.