“El gobierno está en un cuento”

En la alfombra roja de los Martín Fierro Cine y Series 2024, un hecho marcó la noche y reavivó las discusiones políticas en el ambiente artístico. Norman Briski, reconocido actor y director, recibió un homenaje a su extensa trayectoria, pero lo que captó la atención no fue el premio en sí, sino un discurso potente y cargado de contenido político.

Mientras ajustaba sus anteojos y con su característica ironía, Briski comenzó una arenga que no dejó a nadie indiferente. Al advertir que su mensaje sería fuerte, capituló con un juego de palabras que tocaría fibras sensibles: “Hoy me puse mucha colonia encima. ¡Mucha colonia! Neocolonia”, arrancó el actor, provocando reacciones de sorpresa y aprobación entre los asistentes. Las cámaras capturaron la mueca de asombro de figuras como Luis Brandoni y Guillermo Francella, mientras otros, como Natalia Oreiro y Nancy Duplaá, aplaudían las declaraciones del provocador artista.

Briski continuó su discurso utilizando la ficción como metáfora de la realidad política, criticando con astucia y sutileza el rumbo del gobierno actual. Particularmente, señaló al presidente Javier Milei y a sus políticas de ajuste, haciendo eco de la reciente controversia sobre los recortes presupuestarios en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), organismo fundamental para la producción cultural del país.

La inteligencia artificial también fue tema de su discurso, utilizada como un recurso que mira al mundo con una objetividad escalofriante. Y desde ahí saltó hacia una temática internacional: Gaza. Con vehemencia, expresó su solidaridad con el pueblo palestino, una muestra de que las causas justas no entienden de fronteras ni ceremonias.

La noche tuvo también recuerdos a íconos como Pino Solanas y Eva Perón, figuras históricas cuya evocación rescató luchas pasadas que reviven en el presente. Briski exhortó a un futuro donde las inversiones culturales sean fruto de la rebeldía y la creatividad.

Culminando su intervención con un fuerte llamado a la acción, emitió el vibrante mensaje de que las inversiones esenciales surgen de un deseo colectivo de crear, incluso si esto implica “filmar hasta enterrarnos en el mar”. Un testimonio de pasión y compromiso que reivindica al cine como un acto heroico frente a la adversidad.