Siete trucos para ajustar la cámara de tu Android y sacar fotos geniales

Las cámaras de los teléfonos inteligentes han avanzado, al punto de rivalizar con los lentes profesionales en términos de calidad y versatilidad. Los dispositivos Android permiten capturar momentos con facilidad y ofrecen una amplia gama de configuraciones y opciones para mejorar la calidad de las imágenes.

No obstante, muchos usuarios no exploran más allá del modo automático, lo que puede limitar significativamente el potencial de sus fotos. Para obtener imágenes verdaderamente excepcionales, es crucial conocer ciertos secretos y configuraciones que permiten aprovechar al máximo la tecnología disponible.

Desde ajustar la resolución hasta dominar el enfoque manual, existen varias técnicas que pueden transformar una simple fotografía en una obra de arte visual. Estos son algunos secretos que ayudarán a configurar la cámara del celular Android y mejorar las habilidades fotográficas.

El primer paso para mejorar las fotos es asegurarse de que la cámara esté configurada con la mayor resolución posible. Muchos Android permiten modificar la resolución desde los ajustes de la cámara.

Optar por la resolución más alta asegurará que las fotos sean más nítidas y detalladas, lo que es especialmente útil si se desea imprimirlas o ampliarlas. Es importante tener en cuenta que una mayor resolución ocupará más espacio en la memoria del dispositivo, por lo que es recomendable gestionar el almacenamiento de forma eficiente.

Además, en algunos modelos es posible ajustar la calidad de la imagen, seleccionando formatos como RAW en lugar de JPEG. Este conserva más información, que facilita la edición posterior, pero requiere más espacio de almacenamiento.

Puede que la mayoría de las cámaras Android incluyan autofoco, pero aprender a utilizar el enfoque manual puede mejorar significativamente las fotos, especialmente en situaciones de poca luz o cuando se fotografían sujetos en movimiento.

Para utilizarlo, solo se debe tocar la pantalla en el área que desea enfocar. Algunos dispositivos también ofrecen la posibilidad de ajustar el enfoque de manera más precisa, permitiendo controlar la profundidad de campo y crear un efecto bokeh (fondo desenfocado).

La exposición determina cuánta luz entra en el sensor de la cámara, y ajustarla correctamente es clave para obtener fotos bien iluminadas. Si las imágenes aparecen demasiado oscuras o brillantes, es probable que la exposición no esté configurada adecuadamente.

En muchos dispositivos Android se puede ajustar la exposición deslizando el dedo en la pantalla después de seleccionar el punto de enfoque. Al aumentar o reducir este valor, se puede corregir el brillo general de la imagen.

Asimismo, es recomendable activar el histograma (si está disponible en las opciones avanzadas) para tener un control visual de los niveles de luz y evitar la sobreexposición o subexposición de las fotos.

Es una función esencial para mejorar las fotos en situaciones de iluminación complicadas, como cuando se fotografían paisajes al atardecer o escenas con sombras profundas y luces intensas. Al activar este modo, la cámara toma varias fotos con diferentes niveles de exposición y las combina para crear una imagen con un rango dinámico más amplio.

El resultado son fotos más equilibradas, donde tanto las áreas más claras como las más oscuras conservan detalles. Sin embargo, el modo HDR no es adecuado para todas las situaciones. Se debe evitar su uso cuando se fotografían objetos en movimiento, porque puede generar imágenes borrosas.

Muchos teléfonos Android incluyen varios modos preestablecidos que pueden ser útiles en distintas situaciones. Entre los más comunes están el modo retrato, ideal para fotos de personas con un fondo suavizado; el modo nocturno, diseñado para capturar detalles en condiciones de poca luz; y el modo amplio, perfecto para paisajes amplios.

Utilizar estos modos facilita la tarea de capturar imágenes de calidad sin tener que ajustar manualmente cada parámetro. Además, algunos modelos avanzados de Android ofrecen opciones de inteligencia artificial (IA) que identifican automáticamente la escena y ajustan las configuraciones de la cámara en consecuencia.

Es un ajuste que ayuda a corregir el color de la luz en una imagen, garantizando que los colores se vean naturales. La luz puede variar según el entorno, y ajustar manualmente el balance de blancos puede evitar que las fotos se vean demasiado frías (con tonos azulados) o cálidas (con tonos amarillentos).

Varios dispositivos Android permiten seleccionar diferentes preajustes de balance de blancos, como luz de día, nublado, fluorescente o incandescente. Para situaciones más complejas, es posible ajustar este parámetro manualmente en la configuración de la cámara.

Para los entusiastas de la fotografía, muchos teléfonos Android ofrecen un modo profesional o “Pro” que otorga un control total sobre los ajustes de la cámara. Permite manipular aspectos como el ISO (sensibilidad del sensor a la luz), la velocidad de obturación (el tiempo que el obturador permanece abierto) y el enfoque manual, entre otros.

Es especialmente útil en condiciones difíciles de iluminación o cuando se busca lograr efectos creativos. Y, al familiarizarse con estos ajustes avanzados, se pueden lograr fotos de mayor calidad y con un toque más personalizado, adaptado a las preferencias y necesidades de cada uno.