Moda dosmilera, figuras top y tributo a Bandana en un evento único.

Emilia Mernes hizo vibrar el estadio Vélez Sarsfield al inaugurar la serie de cuatro conciertos previstos en el emblemático José Amalfitani, llevando el nostálgico estilo años 2000 de su mp3 Tour a miles de entusiastas seguidores. Después de agotar las entradas en 10 presentaciones en el Movistar Arena y recorrer escenarios de España y Latinoamérica, la artista entrerriana está alcanzando un nuevo punto culminante en su trayectoria profesional.

El espectáculo revistió de una versión enriquecida del show estrenado en Villa Crespo, interpretando las canciones del último álbum, .mp3, que consolidó la imagen distintiva de Emilia en el panorama musical contemporáneo, inspirada en la cultura pop de los años 2000.

Gran parte del público, principalmente compuesto por jóvenes admiradoras, evocó la moda de su artista favorita, con estilismos de cabezas recogidas en dos coletas, baby tees, minifaldas de tiro bajo, y los característicos brillos bajo los ojos que constituyen el característico look Mernes.

Durante el show, la cantante recorrió su discografía incluyendo hits de su debut discográfico, ¿Tú crees en mí?, y recentísimos singles que exploran sonidos de cumbia y salsa, además de deslumbrar con un inesperado cover de Bandana.

El evento no careció de sorpresas ni artistas invitados, destacándose la aparición de su novio Duki, quien se unió en escena a realizar colaboraciones musicales, aunque algunos relevantes nombres como Tini Stoessel, Nicki Nicole o Miranda! brillaron por su ausencia.

Las primeras notas de la velada surgieron de la música de las teloneras, Ambik y Chita, seguidas por la tan esperada presentación de Novio Gangsta, un nuevo tema en el repertorio de Emilia.

El repertorio musical se mantuvo fiel al espíritu del mp3 Tour, iniciado con una entrada en escena al ritmo de Exclusive y con la cantante desprendiéndose de un gigantesco accesorio en forma de reproductor mp3 que dejó al público boquiabierto.

Emilia derrochó energía y técnica a lo largo de las dos horas y media de espectáculo con coreografías impecables acompañadas por sus talentosos bailarines, reforzando su sello personal de alegría y perreo.

Además de su talento natural para el baile, sus atuendos esplendorosos, inspirados en los años 2000, fueron el delirio del público que apreciaba cada uno de los cambios que Mernes traía consigo, desde tonos rosas inspirados en la muñeca Barbie hasta estilismos deslumbrantes en tonos nude con plumas.

La velada siguió avanzando mientras Emilia, en un guiño lúdico a un ambiente de videojuego retro, iniciaba el Nivel 1 con temas movidos como Facts, Cuatro Veinte, Jagger y Intoxicao, animando cada rincón del estadio.

Tras la pausa, el show continuó con Emilia regresando al escenario para interpretar baladas como Ojitos verdes e Icónicos, llevada por un arnés en un momento de pura emoción.

Mernes no perdió la oportunidad para recalcar con sus palabras que todos tienen el poder de alcanzar sueños inimaginables, mientras expresaba gratitud y reconocía la pasión y estilo de sus fanáticos presentes.

Al cerrar el Nivel 1, los asistentes fueron sorprendidos por una cautivadora coreografía a ritmo de remix, tras la cual la artista se retiró momentáneamente del escenario.

El Nivel 2 trajo consigo ecos de nostalgia al conmemorar los inicios de Emilia con canciones emblemáticas de su primer disco, ¿Tú crees en mí?, acompañadas de acordes de guitarra eléctrica, que resonaron profundamente entre los asistentes.

Emilia no escatimó en palabras para inspirar a su audiencia, instándoles a mantener siempre su brillo y alcanzar el máximo potencial de sus sueños.

Ver a Mernes agradecida por el extraordinario entusiasmo del público, fue un momento conmovedor que la llevó a compartir anécdotas de su juventud, recordando tiempos donde tocar la guitarra en su habitación ya era un gran logro.

La presencia de Duki fue un hito del concierto, compartiendo el micrófono para interpretar Como si no importara, marcando un momento íntimo en vivo que encantó a los presentes.

Como parte del Sad Level, la emotiva interpretación de Uno los dos con Miranda! dejó una profunda impresión en la atmósfera del escenario.

En una declaración de independencia artística, Emilia reveló La balada, una pieza inspirada en experiencias personales con su ex, Fer Vázquez, remarcando el crecimiento personal tras la ruptura y reafirmando su éxito.

Entre sorpresivas misivas musicales, el tema Guerrero rindió homenaje al combate victorioso de su padre contra el cáncer, cuyos aplausos cálidos le acompañaron en el estadio.

Con A 1000 Km extendió gratitud a sus seguidores, mientras descendía del escenario para estrechar la cercanía con ellos, seguido por Rápido lento, compartido con Tiago PZK.

El siguiente segmento se lanzó a un festín de colaboraciones con el arribo de variados invitados que aceleraron el corazón del estadio al compás del reggaetón, presentando a figuras resonantes como Callejero Fino y FMK en éxitos conmovedores como En la intimidad y Salgo a bailar.

La alegría y el fervor latieron al escuchar los ritmos brasileños y bachateros de Novio Gangsta, su primer interpretación en vivo, animando a los seguidores a sumergirse en esta fiesta tropical vibrante.

La noche se coronó con la participación especial de Los del Espacio, desbordando el ambiente con su energía y talento colectivo en un despliegue musical memorable.

Finalmente, temas personales como 24 HS y Muñecos volvieron a captar la luz más íntima de la artista, explorando temáticas de salud mental y relaciones sinceras.

En un giro nostálgico, Emilia homenajeó a Bandana, anclando al público en una época de oro del pop argentino con la interpretación de Maldita noche, causando una ola de euforia y recuerdos entre las generaciones más maduras.

Cerca de bajar el telón, Emilia regaló más porciones de sus éxitos actuales, concluyendo una noche contundente y llena de emociones en compañía de un público fervoroso.

Con gloria y brillo, concluye el primero de los cuatro Vélez Sarsfield mientras el mp3 Tour continúa y promete más noches mágicas en Liniers y más allá, en su recorrido por Chile, Uruguay, y Salta hacia fin de año.

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